Mejores prácticas para la aplicación de parches desde la perspectiva de seguridad
A medida que las ciberamenazas se vuelven más sofisticadas y frecuentes, organizaciones de todo tipo se enfrentan a un riesgo cada vez mayor de convertirse en víctimas. Y no es una exageración. Check Point Research descubrió que los ciberataques aumentaron un 38% en 2033, en comparación con 2021, y los ataques semanales aumentaron un 7% en el primer trimestre de 2023 en comparación con el mismo trimestre de 2022.
Aunque las empresas deben utilizar varias estrategias para prevenir los ataques, como exigir la autenticación multifactor (MFA) y aplicar un programa de concienciación sobre la seguridad, la aplicación de parches a las vulnerabilidades de seguridad es una práctica fundamental y esencial para protegerse contra las ciberamenazas. Para comprender los riesgos de una mala gestión de los parches y de no seguir las directrices de buenas prácticas a la hora de aplicarlos, solo tenemos que retroceder hasta 2020.
La actualización de SolarWinds: un vector de ataque sorpresa
En el tristemente famoso ataque a la cadena de suministro de SolarWinds, los hackers atacaron la plataforma Orion de SolarWinds, una popular herramienta de gestión de redes utilizada por numerosas organizaciones. Los ciberdelincuentes introdujeron código malicioso en una actualización de software legítima comprometiendo el proceso de desarrollo de software de la empresa. Como el parche fue desplegado por miles de clientes de SolarWinds, incluidos organismos gubernamentales, empresas de la lista Fortune 500 y otras organizaciones, los hackers obtuvieron acceso a todas sus redes. De haber contado con un proceso de gestión de parches robusto y bien implementado, el impacto del ataque podría haberse mitigado, si no evitado por completo.
El ataque fue una dura lección, pero recordó a muchas empresas la importancia de contar con un programa proactivo de gestión de parches y que cualquier parche de seguridad, incluso los de los proveedores más prestigiosos, debe ser probado con rigurosidad antes de ser aplicado.
Buenas prácticas de aplicación de parches
Un programa eficaz de gestión de parches debe conciliar la preparación y los procesos con la rapidez y la agilidad. Debe servir de guía para identificar vulnerabilidades y describir el proceso de aplicación de parches que deben seguir los equipos en función de su nivel de riesgo. Veamos algunas de las buenas prácticas que toda empresa debería seguir.
Documentación y organización
La documentación desempeña un papel crucial en el establecimiento de un proceso de gestión de parches bien organizado. Garantiza la coherencia, la transparencia y la responsabilidad, y es un recurso inestimable para futuras referencias, auditorías e intercambio de conocimientos. Sin embargo, la documentación es tan valiosa como la información que contiene.
Inventariar toda la tecnología: Para que la gestión de parches sea eficaz y permita identificar todas las posibles vulnerabilidades, las organizaciones deben mantener una lista completa y actualizada de todos los sistemas, aplicaciones, dispositivos y dependencias. Más herramientas y soluciones introducen más riesgos, por lo que inventariarlo todo es esencial. Con una visión holística, los equipos pueden comprender con exactitud qué software es susceptible de vulnerabilidades específicas y priorizar los esfuerzos de aplicación de parches de manera eficiente.
Registrar todos los detalles: A la hora de documentar el proceso de aplicación de parches, asegúrese de identificar la versión de software del sistema que se está parcheando, los módulos afectados, la fuente del parche, la versión del parche y la fecha de publicación. La documentación también debe incluir detalles sobre el proceso de aplicación de parches, incluidos los pasos necesarios, cualquier dependencia o requisito previo, y la secuencia de acciones necesarias para una aplicación satisfactoria.
Establecer responsabilidades: Aunque el objetivo principal de la documentación es agilizar y mejorar el proceso de aplicación de parches, también garantiza la integridad de la seguridad. Cuando los parches no se documentan, es casi imposible saber quién los ha aplicado y cuándo. Esto puede crear una brecha de seguridad, permitiendo a los actores maliciosos aprovecharse de la situación aplicando en secreto parches que contengan puertas traseras u otros códigos maliciosos.
Priorización de los parches en función de la seguridad
No todas las vulnerabilidades son iguales. Para las PYMES con equipos limitados, la gestión del proceso de aplicación de parches requiere un enfoque reflexivo de la asignación de recursos, por lo que los parches deben aplicarse en función de su gravedad y su posible impacto en la infraestructura de seguridad de la organización.
En términos de gravedad, es necesario centrarse en las vulnerabilidades clasificadas como altas o críticas, ya que son las que presentan un mayor riesgo de ser aprovechadas por los actores de amenazas y son las que pueden tener consecuencias más graves, como el acceso no autorizado, la fuga de datos o el compromiso del sistema. Sin embargo, es igualmente importante tener en cuenta el impacto potencial de una vulnerabilidad. Los parches deben dar prioridad a las vulnerabilidades que supongan un riesgo significativo para los sistemas centrales de la organización, las aplicaciones críticas o los datos confidenciales.
Siga estas tres reglas:
- Priorice las vulnerabilidades críticas o altas frente a las medias y bajas.
- Priorice aquellas vulnerabilidades que podrían permitir a un atacante tomar el control del sistema frente a las que sólo podrían utilizarse para robar datos.
- Priorice las vulnerabilidades que afecten a un gran número de sistemas frente a las que afecten a menos sistemas.
Probar los parches concienzudamente
Aunque es urgente solucionar las vulnerabilidades, es esencial proceder con cautela y probar a fondo los parches antes de aplicarlos en el entorno de producción. Esto garantizará que los parches no introduzcan nuevas vulnerabilidades, entren en conflicto con el software existente o interrumpan la funcionalidad de otros sistemas.
Siga un enfoque de pruebas estructurado:
- Pruebe los parches en entornos aislados que reflejen lo más fielmente posible, el entorno de producción para minimizar los posibles efectos negativos en los sistemas operativos.
- La aplicación de parches debe incluir pruebas de regresión exhaustivas para verificar que la funcionalidad existente se mantiene y no afecta a funcionalidades anteriores.
- Las pruebas de compatibilidad ayudarán a identificar conflictos o problemas de compatibilidad con configuraciones específicas de hardware, sistemas operativos y software.
- Lleve a cabo pruebas de seguridad para validar que el parche soluciona la vulnerabilidad sin introducir nuevos riesgos de seguridad.
Mantenerse informado
Cuando se trata de amenazas a la seguridad, el acceso a información rápida y precisa es fundamental. Las empresas deben suscribirse a feeds sobre amenazas de confianza para recibir actualizaciones en tiempo real sobre las últimas vulnerabilidades, exploits y amenazas emergentes, así como para mantenerse informadas sobre los nuevos parches y la urgencia de su aplicación.
Además, las empresas deberían trabajar con un SOC. Un SOC equipado con capacidades avanzadas de inteligencia sobre amenazas vigilará continuamente el panorama de amenazas, analizará los indicadores de compromiso (IOC) y proporcionará información crítica sobre vulnerabilidades y parches asociados. El flujo constante de inteligencia sobre amenazas del SOC de CYREBRO permite a las organizaciones adelantarse a las amenazas potenciales, anticiparse a los vectores de ataque emergentes y priorizar la aplicación de parches en función de las evaluaciones de riesgo en tiempo real.
Aplicar parches de seguridad para alcanzar el éxito
A pesar de ser algo de fácil solución, los sistemas sin parchear son uno de los puntos de entrada más habituales de los actores de amenazas. La brecha de SolarWinds fue un duro recordatorio de la importancia de una sólida gestión de los parches y de que ninguna organización, independientemente de su tamaño o reputación, es inmune a los actores de amenazas decididos.
Aunque el vector de ataque utilizado se aprovechó de la confianza depositada en las actualizaciones y los parches, es crucial reconocer que centrarse en los parches de seguridad sigue siendo una vía innegable hacia el éxito, ya que los parches hacen frente a las vulnerabilidades, reducen las superficies de ataque y refuerzan las defensas.